De un tiempo a esta parte, el Photocall se ha convertido en un elemento habitual en celebraciones y eventos de toda índole. Aunque sin duda, es en las bodas donde más está proliferando su uso.
Y es que es realmente divertido ver como los invitados incluso los más recatados, se sueltan la melena cuando se trata de posar en el Photocall y más aún, si hay disfraces y atrezzo con los que enmascarar la timidez.
Y como siempre, hay estilos para todos los gustos.
Y no hay que olvidarse del Fotomatón, que no es exactamente un Photocall, aunque cumple la misma función. Una alternativa original y muy divertida.
Ya lo veis, ¡un recuerdo inolvidable!