Hoy, en el blog del Cigarral del Ángel Custodio, en Toledo, retomamos la sección Bodas de Cine con las bodas de Marilyn Monroe, la gran musa de Hollywood.
Las bodas de Marilyn Monroe, al igual que ella misma, están envueltas en un halo muy especial que hace que aún, décadas más tarde, sigamos volviendo la vista atrás para ahondar un poco más en una vida de cine, en un personaje de leyenda.
Norma Jeane Baker nació en los Ángeles en 1926. Su fama como actriz y mito erótico rebasó todas las fronteras conocidas, bajo el nombre artístico de Marilyn Monroe.
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Ganadora de tres Globos de Oro y dos premios BAFTA, entre otros, su vida personal y amorosa trascendió tanto o más que su carrera artística. Una vida llena de contrastes que comenzó con una infancia y juventud marcadas por las dificultades y la desdicha, seguidas de un éxito desmedido que dicen, nunca consiguió manejar.
A pesar de todo el misterio que, hasta hoy, envuelve la figura de Marilyn Monroe, una cosa está clara, y es que la actriz buscó por encima de todo el amor y la estabilidad que le parecían prohibidos.
En 1942, con 21 años de edad, Marilyn contrajo matrimonio por vez primera, con James Dougherty un mecánico al que había conocido en la fábrica donde la futura actriz había comenzado a trabajar, tras abandonar los estudios a los dieciséis años.
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El matrimonio duró cuatro años, tiempo en el Dougherty fue reclutado para luchar en la II Guerra Mundial mientras su esposa, Norma Jeane se convertía en una cotizada modelo y estrella de cine. En 1984 James Dougherty contaría: «Quería firmar un contrato con la 20th Century Fox en el que decía que no podía estar casada»
Contianuamos repasando la apasionante crónica de las bodas de Marilyn Monroe. Ya convertida en la gran diva de Hollywood, conoció a Joe Dimagio, el jugador estrella del equipo de beisbol de los New York Yankees y gran amor de la actriz.
Aunque el matrimonio apenas duró un año, puesto que el carácter conservador de Dimagio se reveló incompatible con la fama de la actriz y su vida de estrella, se dice que siguieron viéndose durante años. De hecho, durante los 20 años que siguieron a la muerte de Marilyn, Joe Dimagio envió un ramo de flores a su tumba tres veces por semana.
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El tercer y último matrimonio de la actriz fue en 1956 con el escritor judío, ganador del Premio Pulitzer, Arthur Miller. Se conocieron en 1951, cuando ella tenía 25 años y él, diez más. Se casaron cinco años después en una ceremonia en la que Marylin se convirtió al judaísmo.
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Este último matrimonio terminó en 1961, tras cuatro años de complicada relación que estalló cuando Marylin Monroe tuvo una sonada aventura con el francés Yves Montand durante el rodaje de ‘El multimillonario’
Miller, agotado por la personalidad complicada e inestable de la actriz, la abandonó por la fotógrafa Inge Morath, a la que conoció en el rodaje de ‘Vidas rebeldes’.
A sus fracasados matrimonios se añade una lista interminable de celebres amantes como Marlon Brandon, Tony Lee Curtis o Frank Sinatra. Y sin embargo… Marylin Monroe, siempre estuvo sola.
Y es que ya lo decía en esta canción: I wanna be loved by you… Boo boo bee doo!
Fuentes: wikipedia.org biografiasyvidas.com bodacor.com elmundo.es
